Pebreres farcides, by la madre de David: Xè que bo!

El martes, después de trabajar, tuvimos el privilegio de disfrutar de unas deliciosas pebreres farcides (pimientos al horno rellenos de arroz) hechas por cortesía de la (santa) madre de nuestro compañero David. Un plato muy típico de Oliva que nunca habíamos tenido la oportunidad de probar, a pesar de nuestra conocida devoción por los manjares de todo tipo.

Lo cierto es que llevábamos algún tiempo ‘picando’ a David, que presumía orgulloso de la especial ‘gracia’ de su progenitora para cocinar esta receta, y damos fe de que no mentía. ¡Cómo estaban les pebreres! De hecho, después de dar buena cuenta de ellas (con las propias manos, como manda la tradición) más de uno se llevó a casa su correspondiente táper con las sobras con la excusa de que lo probara su mujer, su madre y otros faroles varios.

De paso, y ya que venimos sufriendo estos días los cohetes y el jolgorio típico de un pueblo inmerso en sus fiestas patronales, aplicamos aquello del “Si no puedes con el enemigo, únete a él” y bajamos a uno de nuestros bares de confianza, donde acompañamos las pebreras de unas cervecitas y alguna que otra misteleta que puso al colofón a una comida de empresa como Dios manda.

¡Que no todo va a ser trabajo, hombre ya!

 

Danos tu opinión